Los mineros, las estrellas del Dakar por un día
12/01/11 A sólo 42 kilómetros de la mina donde los rescataron se homenajeó a 11 de los 33 sobrevivientes.
Por una vez, los protagonistas principales en el campamento del Dakar no fueron los pilotos, ni siquiera las autoridades de la prueba, ni ninguno de los habitantes de la tribu población nómade de esta carrera. Ayer, el centro de la escena lo ocuparon once de los 33 mineros que sobrevivieron casi setenta días bajo tierra tras el derrumbe de la mina San José.
Curiosamente se recibió como visitantes ilustres a quienes estaban casi en su propia casa: casi todos ellos viven en Copiapó, y la mina donde vivieron la experiencia que les cambió la vida está a sólo 42 kilómetros del lugar donde el Dakar se asentó por un par de días.
Llegaron a las dos de la tarde, y los recibieron el subsecretario de Deportes de Chile, Gabriel Ruiz Tagle, y el director del Dakar, Etienne Lavigne.
El primer lugar del campamento que visitaron fue la réplica de la cápsula Fénix 3, con la que en octubre fueron rescatados uno a uno hacia la superficie tras pasar sesenta y nueve días bajo tierra.
Los fotógrafos esperaban que alguno de ellos entrara en la cápsula, y los mineros les dieron el gusto. Como una broma, después de saludarlos se metió también en la Fénix el qatarí Nasser Al-Attiyah, líder de la carrera en autos.
Los mineros fueron invitados luego a la carpa-domo de promoción turística de Chile, donde los esperaban para saludarlos el campeón 2010, Carlos Sainz y el ex piloto Dakar chileno Carlo De Gavardo, entre otros. La carpa hervía de calor, y sobre los mineros llovían las manos para saludarlos, los pedidos para sacarse una foto con ellos, las preguntas de periodistas locales y extranjeros.
"Lo que nos pasó nos cambió totalmente la vida" , comentó Ariel Ticona, y el asedio al que estaban siendo sometidos él y sus compañeros era suficiente prueba de su afirmación.
Por fin, luego de un rato, pudieron salir del domo y dispersarse por el campamento. Pablo Rojas - "me gustan mucho las carreras de motos" , contó durante la recepción- se fue en busca del sector de atención del equipo Aprilia para charlar un rato con el motociclista chileno Chaleco López.
Mario Gómez, conocido porque gusta repetir que es "el más viejo que salió de la mina" (tiene 64 años), visitó a casi todos los competidores chilenos, y en cada sector aceptó todas las fotos que le pidieron.
"Yo disfruto de esto, todo ser humano alguna vez ha soñado con ser famoso y yo también, aunque no se haya dado de la forma que lo esperaba" , le comentó a Clarín .
Para Rojas, Gómez, Ticona, Luis Urzúa, Pedro Cortez, Darío Segovia, Jorge Galleguillos, Víctor Zamora, Esteban Rojas, Claudio Yáñez y Claudio Acuña, faltaba aún el momento del homenaje formal. A las siete de la tarde, los mineros recibieron cada uno una medalla recordatoria con la efigie del tuareg que identifica al Dakar.
Copiapó es la única ciudad chilena que fue sede en las tres últimas ediciones. Pero este paso fue distinto. Después de todo, una carrera que se propone como una prueba de supervivencia no podía dejar sin homenajear a estos mineros que sobrevivieron a una experiencia mucho más extrema que un Dakar.
aMULTIMEDIA Toda la cobertura del Rally Dakar en www.clarin.com
12/01/11 A sólo 42 kilómetros de la mina donde los rescataron se homenajeó a 11 de los 33 sobrevivientes.
Por una vez, los protagonistas principales en el campamento del Dakar no fueron los pilotos, ni siquiera las autoridades de la prueba, ni ninguno de los habitantes de la tribu población nómade de esta carrera. Ayer, el centro de la escena lo ocuparon once de los 33 mineros que sobrevivieron casi setenta días bajo tierra tras el derrumbe de la mina San José.
Curiosamente se recibió como visitantes ilustres a quienes estaban casi en su propia casa: casi todos ellos viven en Copiapó, y la mina donde vivieron la experiencia que les cambió la vida está a sólo 42 kilómetros del lugar donde el Dakar se asentó por un par de días.
Llegaron a las dos de la tarde, y los recibieron el subsecretario de Deportes de Chile, Gabriel Ruiz Tagle, y el director del Dakar, Etienne Lavigne.
El primer lugar del campamento que visitaron fue la réplica de la cápsula Fénix 3, con la que en octubre fueron rescatados uno a uno hacia la superficie tras pasar sesenta y nueve días bajo tierra.
Los fotógrafos esperaban que alguno de ellos entrara en la cápsula, y los mineros les dieron el gusto. Como una broma, después de saludarlos se metió también en la Fénix el qatarí Nasser Al-Attiyah, líder de la carrera en autos.
Los mineros fueron invitados luego a la carpa-domo de promoción turística de Chile, donde los esperaban para saludarlos el campeón 2010, Carlos Sainz y el ex piloto Dakar chileno Carlo De Gavardo, entre otros. La carpa hervía de calor, y sobre los mineros llovían las manos para saludarlos, los pedidos para sacarse una foto con ellos, las preguntas de periodistas locales y extranjeros.
"Lo que nos pasó nos cambió totalmente la vida" , comentó Ariel Ticona, y el asedio al que estaban siendo sometidos él y sus compañeros era suficiente prueba de su afirmación.
Por fin, luego de un rato, pudieron salir del domo y dispersarse por el campamento. Pablo Rojas - "me gustan mucho las carreras de motos" , contó durante la recepción- se fue en busca del sector de atención del equipo Aprilia para charlar un rato con el motociclista chileno Chaleco López.
Mario Gómez, conocido porque gusta repetir que es "el más viejo que salió de la mina" (tiene 64 años), visitó a casi todos los competidores chilenos, y en cada sector aceptó todas las fotos que le pidieron.
"Yo disfruto de esto, todo ser humano alguna vez ha soñado con ser famoso y yo también, aunque no se haya dado de la forma que lo esperaba" , le comentó a Clarín .
Para Rojas, Gómez, Ticona, Luis Urzúa, Pedro Cortez, Darío Segovia, Jorge Galleguillos, Víctor Zamora, Esteban Rojas, Claudio Yáñez y Claudio Acuña, faltaba aún el momento del homenaje formal. A las siete de la tarde, los mineros recibieron cada uno una medalla recordatoria con la efigie del tuareg que identifica al Dakar.
Copiapó es la única ciudad chilena que fue sede en las tres últimas ediciones. Pero este paso fue distinto. Después de todo, una carrera que se propone como una prueba de supervivencia no podía dejar sin homenajear a estos mineros que sobrevivieron a una experiencia mucho más extrema que un Dakar.
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